MINIFICCIONES FINALISTAS DE AGOSTO DE 2021 (Lista corregida)
La Marina de Ficticia
MINIFICCIONES FINALISTAS DE AGOSTO DE 2021
Tema: Que parezca accidente
Juez: Gabriel G. Goldberg, escritor argentino
Día 1
Tallerista: Carmen Simón
Competencia a muerte
Luz y Fer
Durante la quinta noche de la travesía inaugural del imponente trasatlántico de la White Star Line, uno de los comensales, espía de la naviera rival, Cunard Line, desafió al mago que amenizaba la cena en el comedor de primera clase:
–Si en verdad es un gran mago, como dicen –le espetó en tono provocador–, lo reto a que haga aparecer un cubo de hielo, tan grande como su ego.
–Complacido, caballero –respondió después de hacer un chasquido con los dedos–. Lo invitaría a ir a la cubierta de proa para que lo viera, pero creo que no será necesario. En unos minutos más podrá percibir su grandeza, y le aseguro que quedará helado.
***
El amor veinte años después
Pitágoras
Mientras Alberto subía los tres niveles hasta lo alto de la azotea para reparar varias grietas en el techo, su esposa Beatriz, hecha un manojo de nervios, sostenía la escalera y miraba hacia arriba pidiendo a Dios que escuchara sus ruegos y todo saliera bien. Después de tres padrenuestros, añadió: “Señor, hágase tu voluntad, pero que parezca un accidente, te lo suplico”.
***
Por cambio de modelo
Simbad
–Quiero que parezca un accidente –le dijo al matón que estaba por contratar para deshacerse de su esposa.
–Eso va a ser difícil, mi estimado –respondió–. Yo uso rifles de alto poder, cuchillos, granadas de fragmentación y esa clase de cosas en mis trabajos, pero si prefiere algo menos artificioso aunque efectivo, puedo recomendarle a mi primo; es chofer de un camión de carga.
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Día 2
Tallerista: Fernando Tamariz
Cabo suelto
Chester Truman
El crimen fue casi impecable. Rápido, aséptico, sin testigos... Todos los indicios apuntaban a que se trataba de un fatal accidente. Lástima que, como supimos más tarde, nos equivocamos de víctima.
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Día 3
Tallerista: Jorge Oropeza
El más seguro del mundo
cero
Para matarte, para eso compré este auto, porque a 250 kilómetros por hora nadie sospecharía que se pierde el control.
***
Un paso adelante
Pitágoras
De súbito, cuando intentó frenar, comprendió todo. Su muerte, que estaba a punto de ocurrir, permitiría a su ex-esposa e hijos cobrar la jugosa suma del seguro de vida. Aquello no solo era inadmisible, sino monstruoso. Decidió adelantarse. Poco antes de que el automóvil sin frenos y fuera de control saliera volando al vacío, tomó la pistola y se dio un tiro. La póliza excluía indemnización en caso de suicidio.
***
Doble emboscada
Lafitte
El plan era perfecto. Una colisión simulada de dos autobuses a media carretera forzaría al convoy militar a detenerse para prestar ayuda y despejar el camino. Cuando los soldados se dieran cuenta de que estaban en medio de un enorme charco de gasolina sería demasiado tarde. Todo marchaba de acuerdo a lo proyectado, hasta que ocurrió un imprevisto: el líder responsable de iniciar el fuego se resbaló y quedó inconsciente. Ninguno de los demás rebeldes llevaba fósforos consigo. El desmayado, que les había prohibido fumar por seguridad del operativo, era un infiltrado.
***
Por no atender
Black Dot
Toda la tarde le dije a Ponciano, pero no me escucho. Así de necio era en la cantina. El alcohol es peligroso, lo hace a uno hacer cosas que no quiere y decir cosas que debería callar.
—Pon, no deberías de hablar de mi esposa —le advertí varias veces.
—Yo tuve a esa mujer —contestó el muy engreído y tomaba más aguardiente.
—Pon, no te pares a la orilla. Ya está oscuro. No te vayas a caer —dije, pero no escuchó.
Así como sacudí el andamio, perdió el pie y cayo, pobrecito su cabezota engreída reventó como una sandía. Todo por no escucharme.
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Día 4
Tallerista: Marcial Fernández
Buen intento
Pi
La empresa informó que las pérdidas por el incendio de sus almacenes eran millonarias. Por fortuna contaba con un seguro que cubriría el siniestro. El dictamen de los peritos era concluyente: había sido un accidente. Las evidencias mostraban que un corto-circuito causó que se quemaran unos cables y que el fuego se propagara a lo largo de su recorrido. Sin embargo, el reporte de la compañía suministradora parecía no coincidir. Por insolvencia, la última factura no se había pagado y la electricidad llevaba cortada más de dos semanas.
***
Nota oficial
Black Dot
Los cuerpos terminan en la playa, mecidos por la marea que los ha empujado hasta ahí. Mordisqueados por tiburones y percebes pegados a la piel. Nadie se atreve a reclamarlos, a enterrar los huesos rotos por el impacto con el agua al caer accidentalmente de los aviones militares.
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Día 5
Tallerista: Daniel Frini
Desierto
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Día 6
Tallerista: Daniela Truman
Alta escuela
Pingüino
Mientras un médico examina a la maestra inconsciente, el director observa al niño con mirada inquisidora. El pequeño se encoge de hombros y con una sonrisa angelical, exclama:
–Es que se me cayeron los lápices.
***
Cuestión de leyes
Isishayo
Tuve la idea cuando desmantelaron la escalera de emergencia del edificio para reconstruirla. Mi mujer corrió hacia ella al sonar la alarma contra incendios. El resto quedó en manos de la ley de la gravedad.
***
Final alterno
Black dot
Desde una de las torres los ve jugar con ella. Corren por el atrio de blancas piedras para después esconderse entre las piernas de los guardias. El regocijo de sus voces llega hasta él y le hace sentir ese ardor en el pecho. Ella los acaricia, les da besos inocentes y el juego comienza otra vez.
Una idea se le ocurre. Manda traer a la bruja, a quien todavía tiene presa en el calabozo de castillo. A cambio de su receta le concede la libertad.
Durante la cena, tan pronto los siete hombrecitos terminan de comer el pastel de manzana, caen de sus sillas retorciéndose de dolor y mueren. Liberado de sus celos, el príncipe por fin podrá ser feliz para siempre.
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Día 7
Tallerista: Julia Ortega
11-S
Crazzy
Nos debía dinero, mucho dinero, se lo aseguro. Y lo peor es que sabía demasiado. La idea de estrellar el avión contra una de las torres gemelas fue de Crazzy, usted ya le conoce. Es uno esa clase de gente que se mueve como pez en el agua en el exceso. Dudo mucho que haya quedado un solo rastro de nuestro ADN entre el amasijo de escombros.
***
Estrategia digital
Serpico
Todo es parte de su plan hasta que llegue el momento de jubilarse. Cada año simula un percance laboral y se corta medio dedo. Percibe su sueldo durante la incapacidad y se embolsa la indemnización correspondiente. Al reintegrarse, provoca que lo despidan para cobrar la liquidación antes de salir en pos de un nuevo empleo. Ahora que solo le queda uno, ha entrado en crisis. Deberá conservarlo intacto e idear una nueva estrategia para poder rascarse la barriga mientras no trabaje.
***
El sepelio de mi madre
Posdata
Decía mi marido que la alfombrilla era para limpiarse bien los zapatos y evitar que se rayara el fino piso de madera de la planta alta, pero siempre me pareció extraña su manía de ponerlo en el último escalón cuando ella nos visitaba.
***
En órbita
Viceversa
Por su prestigio personal y por el pedigrí de nuestro apellido, convencí a papá sobre la conveniencia de emprender aquel viaje tan exclusivo. El resto de herederos hicieron lo propio. Hoy, diez multimillonarios en un cohete, siguen orbitando el planeta per saecula saeculorum.
***
Metodología
Yonosoykafka
A veces los planes no salen como uno quiere. Nosotros pretendíamos que pareciera un accidente pero el se negó a participar. Al final se quedó en un asesinato en toda regla, porque no nos gusta dejar las cosas a medias.
____________________________________________________________
Día 8
Tallerista: Dolores “Tequila” Díaz
Pasar página
Proserpina
Cuando te mudas de casa sin nada más que tus enseres personales, no importa lo que dejas atrás: la loza sucia, las camisas sin planchar o tus libros, siempre tan escrupulosamente ordenados por orden alfabético y ahora descuidados. Sólo importa que sobrevivas a tu potencial asesino y que todo parezca un accidente. Por eso, ni limpié la mancha de sangre junto a las escaleras ni aquel líquido resbaladizo con que las rocié. Por el momento, sigo viva; de mudanza a mi nueva vida.
Mañana será otro día.
***
Hermanos unidos
Isishayo
Eran un gran equipo. Siempre solían participar los cuatro en lo que emprendían. En esta ocasión, el menor consiguió la llave de tuercas, el tercero la colocó en la rueda y el segundo aflojó los birlos. Más tarde, el mayor, en total desconcierto y aterrorizado, caía al vacío cuando el auto se despeñaba en la curva.
***
En el callejón
Papalotl
Cuando me encontré con aquel hombre para finiquitar su excelente trabajo, no quiso aceptar el sobre y hasta me devolvió el anticipo que le había dado una semana antes.
–Le estoy agradecido por haberme dado la oportunidad –dijo mientras me daba un abrazo.
Confundido, no supe qué decir. Luego añadió mientras se apartaba:
–Siempre sentí un profundo desprecio hacia ellas, y usted me condujo a la madre de las cucarachas. Aplastarla con las ruedas me produjo un placer indecible.
Dio la media vuelta, y antes de desaparecer en la oscuridad, alcance a escuchar que decía:
–¿Quiere que me encargue también de su hija? Lo haría con gusto.
No se me había ocurrido. En ese momento, la idea de enviudar me pareció digna de tomarse en cuenta.
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Día 9
Tallerista: Lucía Casas Rey
Querido jefe
Pseudónimo
No se lo esperaba. El día de su cumpleaños organizamos una gran fiesta sorpresa en la explanada frente al edificio para celebrar el cumpleaños del director general, quien de inmediato se asomó al balcón del último piso cuando escuchó la música y los vítores. Extendió los brazos en señal de agradecimiento y se apoyó en el barandal. Creo que tampoco esperaba que, desde el día anterior, alguien aflojara los tornillos que lo sujetaban al piso.
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Día 10
Tallerista: Tomás del Rey
Hasta que la muerte nos separe
Posdata
Todos los días lo mismo, uno tras otro: darle un baño, vestirlo, amarrar las cintas de sus zapatos y ayudarlo a bajar, uno a uno, los quince escalones para ir al comedor y desayunar. Después, mientras el día transcurre sin prisa, contemplar cómo sucumben las horas, una a una, hasta llegar al anochecer, hora de rebobinar el camino andado y subir, paso a paso, hasta el dormitorio para repetir la historia al día siguiente. Esta mañana decidí cambiar la rutina. Al llegar al octavo escalón hice un alto en la cuenta, solté sus manos y cerré los ojos. Dondequiera que haya ido a parar, es seguro que tendrá una vida mejor. Yo también aspiro a ella.
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Día 11
Tallerista: Carlos Bortoni
Desierto
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Día 12
Tallerista: José Luis “águila descalza” Sandín
Desierto
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Día 13
Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno
Sicarios S.A. Master Class
Aarón
Y por encima de todo máxima discreción, que parezca un suicidio. Importante: antes de matar a nadie, deberemos informarnos si se trata de una persona bien relacionada o no. De ningún modo os fieis de las apariencias, acordaos de la que se armó con los hebreos y aquel aprendiz de carpintero a quien llamaban Jesús.
***
Las gemelas de la calle Greenwich
Pseudónimo
A pesar de su alta figura, ya no eran tan atractivas como al principio. Había otras que las habían desbancado y a últimas fechas empezaban a generar pérdidas a sus administradores. Además, un problema oculto, descubierto meses antes, les provocaría un colapso en poco tiempo. Entonces, alguien pensó en un tal Bin Laden.
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Día 14
Tallerista: Mónica Brasca
El niño que amaba los cuentos
Black Dot
El pequeño Juan sabía que una manzana es el mejor regalo para la maestra, por eso le obsequió una roja y apetecible. Ella la comió de camino a casa. Cuando, al día siguiente, avisaron que había muerto, los alumnos quedaron consternados. Todos menos Juanito, que no había estudiado para el examen.
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Día 15
Tallerista: Patricia Mejías
Venganza olímpica
Pitecantropus
Nadie supo cómo ocurrió aquel hecho fortuito y lamentable al término de la competencia; pero todos estaban de acuerdo en que haber atinado con la flecha, justo al centro del corazón del juez desde esa distancia, merecía la medalla de oro en lugar del bronce que le otorgó.
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Día 16
Tallerista: Josep M. Nuévalos
Cuenta saldada
Pi
Mi hermano mayor tenía la costumbre de simular que se tropezaba con el cable para interrumpir lo que yo veía en la pantalla. Así llegué a perder muchas vidas en los videojuegos. Por fin pude cobrar venganza ayer, cuando lo fui a visitar. No sé si estaba distraído o concentrado, pero ni me hizo caso. Después de que repetí su farsa, apareció una línea horizontal en el monitor y escuché un largo “Biiiiiiiip” cuando ya salía de su cuarto en el hospital.
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Día 17
Tallerista: Carlos Martín Briceño
Aquel yo campeón
Cero
Juro que fue sin querer. "No tienes futuro, tu único chance de ganar algo de plata es aceptar el trato y caer en el sexto", dijeron aquellos hombres que vinieron a buscarme. Miré a Lonzo, mi entrenador, y sólo asintió con la cabeza. ¿Cómo no iba a hacerle caso? Era como mi padre. No niego que mi oponente tenía lo suyo, pero sin quijada, sé que podía ganarle. Sin embargo cuando llegó el round seis, no tuve otro remedio que bajar la guardia, aunque por reflejo, alcé la mano. Ahí fue cuando solito se clavó el tipo y cayó sobre la lona, totalmente out. En vez de festejar, me bajé con rapidez del cuadrilátero y huí. Ahora estoy aqui, lejos de todo, siendo otro, pero de vez en cuando me emborracho y recuerdo que alguna vez fui Campeón Mundial de peso ligero.
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Día 18
Tallerista: Elisa Armas
IQ
Simbad
Tras la discusión y los golpes, no tuve otra alternativa que empujarlo al paso del tren. Era la única forma de demostrarle que yo era más inteligente. Es fecha que aún no entiendo por qué se suicidó.
***
La diosa fortuna
Buenas
Siempre que relataban su historia de amor, el magnate se reconocía muy afortunado por haber estado justo ahí para recibirla en sus brazos cuando ella tropezó. Su joven esposa sonreía y callaba, pensando que era una suerte que él no hubiera descubierto su taco prolijamente limado.
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Día 19
Tallerista: Paola Tena
Los motivos del toro
Volkandart
Ese desdichado matador estaba dispuesto a acabar conmigo. Con su capote y las banderillas pretendía doblegarme. Creo que falló. Más tarde, los picadores casi lo consiguen, pero resistí. Después, aquel hombrecillo de ridículo disfraz me obligaba con la muleta a bajar la cabeza, hasta que descubrí la espada cuando se lanzó directamente hacia mí. Yo solo alcé la vista, y los cuernos.
***
Hartazgo en rojo
Murata
No fue el lobo quien engañó con sus argucias a la niña. Fastidiada por tener que atravesar el bosque a diario y soportar el hostigamiento de la fiera para satisfacer la glotonería de su abuela, ella misma le dio santo y seña de la llave debajo de la maceta. Luego de prometerle un festín y antes de perderse en la espesura, se cubrió la cabeza con el capuchón de su capa mientras le advertía que ese encuentro jamás había ocurrido.
***
Roswell
Pi
Por motivos de seguridad nacional, los militares se esmeraron en hacerlo parecer un accidente. Sabían que en realidad era un aviso de una civilización extraterrestre.
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Día 20
Tallerista: José “Aben” Espinosa-Jácome
En el malecón
Volkandert
–Lo siento mucho, señorita –dijo el hombre con cierta picardía en su mirada mientras la falda de la mujer volaba por los aires–. Creo que no soy muy hábil todavía con esta caña de pescar.
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Destino
Pseudónimo
Mi amigo Ulises había perdido dos dedos en un accidente, un riñón en otro y el ojo derecho en el tercero. En el cuarto parece que perdió la cabeza: se casó.
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MINIFICCIONES FINALISTAS DE AGOSTO DE 2021
Tema: Que parezca accidente
Juez: Gabriel G. Goldberg, escritor argentino
Día 1
Tallerista: Carmen Simón
Competencia a muerte
Luz y Fer
Durante la quinta noche de la travesía inaugural del imponente trasatlántico de la White Star Line, uno de los comensales, espía de la naviera rival, Cunard Line, desafió al mago que amenizaba la cena en el comedor de primera clase:
–Si en verdad es un gran mago, como dicen –le espetó en tono provocador–, lo reto a que haga aparecer un cubo de hielo, tan grande como su ego.
–Complacido, caballero –respondió después de hacer un chasquido con los dedos–. Lo invitaría a ir a la cubierta de proa para que lo viera, pero creo que no será necesario. En unos minutos más podrá percibir su grandeza, y le aseguro que quedará helado.
***
El amor veinte años después
Pitágoras
Mientras Alberto subía los tres niveles hasta lo alto de la azotea para reparar varias grietas en el techo, su esposa Beatriz, hecha un manojo de nervios, sostenía la escalera y miraba hacia arriba pidiendo a Dios que escuchara sus ruegos y todo saliera bien. Después de tres padrenuestros, añadió: “Señor, hágase tu voluntad, pero que parezca un accidente, te lo suplico”.
***
Por cambio de modelo
Simbad
–Quiero que parezca un accidente –le dijo al matón que estaba por contratar para deshacerse de su esposa.
–Eso va a ser difícil, mi estimado –respondió–. Yo uso rifles de alto poder, cuchillos, granadas de fragmentación y esa clase de cosas en mis trabajos, pero si prefiere algo menos artificioso aunque efectivo, puedo recomendarle a mi primo; es chofer de un camión de carga.
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Día 2
Tallerista: Fernando Tamariz
Cabo suelto
Chester Truman
El crimen fue casi impecable. Rápido, aséptico, sin testigos... Todos los indicios apuntaban a que se trataba de un fatal accidente. Lástima que, como supimos más tarde, nos equivocamos de víctima.
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Día 3
Tallerista: Jorge Oropeza
El más seguro del mundo
cero
Para matarte, para eso compré este auto, porque a 250 kilómetros por hora nadie sospecharía que se pierde el control.
***
Un paso adelante
Pitágoras
De súbito, cuando intentó frenar, comprendió todo. Su muerte, que estaba a punto de ocurrir, permitiría a su ex-esposa e hijos cobrar la jugosa suma del seguro de vida. Aquello no solo era inadmisible, sino monstruoso. Decidió adelantarse. Poco antes de que el automóvil sin frenos y fuera de control saliera volando al vacío, tomó la pistola y se dio un tiro. La póliza excluía indemnización en caso de suicidio.
***
Doble emboscada
Lafitte
El plan era perfecto. Una colisión simulada de dos autobuses a media carretera forzaría al convoy militar a detenerse para prestar ayuda y despejar el camino. Cuando los soldados se dieran cuenta de que estaban en medio de un enorme charco de gasolina sería demasiado tarde. Todo marchaba de acuerdo a lo proyectado, hasta que ocurrió un imprevisto: el líder responsable de iniciar el fuego se resbaló y quedó inconsciente. Ninguno de los demás rebeldes llevaba fósforos consigo. El desmayado, que les había prohibido fumar por seguridad del operativo, era un infiltrado.
***
Por no atender
Black Dot
Toda la tarde le dije a Ponciano, pero no me escucho. Así de necio era en la cantina. El alcohol es peligroso, lo hace a uno hacer cosas que no quiere y decir cosas que debería callar.
—Pon, no deberías de hablar de mi esposa —le advertí varias veces.
—Yo tuve a esa mujer —contestó el muy engreído y tomaba más aguardiente.
—Pon, no te pares a la orilla. Ya está oscuro. No te vayas a caer —dije, pero no escuchó.
Así como sacudí el andamio, perdió el pie y cayo, pobrecito su cabezota engreída reventó como una sandía. Todo por no escucharme.
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Día 4
Tallerista: Marcial Fernández
Buen intento
Pi
La empresa informó que las pérdidas por el incendio de sus almacenes eran millonarias. Por fortuna contaba con un seguro que cubriría el siniestro. El dictamen de los peritos era concluyente: había sido un accidente. Las evidencias mostraban que un corto-circuito causó que se quemaran unos cables y que el fuego se propagara a lo largo de su recorrido. Sin embargo, el reporte de la compañía suministradora parecía no coincidir. Por insolvencia, la última factura no se había pagado y la electricidad llevaba cortada más de dos semanas.
***
Nota oficial
Black Dot
Los cuerpos terminan en la playa, mecidos por la marea que los ha empujado hasta ahí. Mordisqueados por tiburones y percebes pegados a la piel. Nadie se atreve a reclamarlos, a enterrar los huesos rotos por el impacto con el agua al caer accidentalmente de los aviones militares.
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Día 5
Tallerista: Daniel Frini
Desierto
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Día 6
Tallerista: Daniela Truman
Alta escuela
Pingüino
Mientras un médico examina a la maestra inconsciente, el director observa al niño con mirada inquisidora. El pequeño se encoge de hombros y con una sonrisa angelical, exclama:
–Es que se me cayeron los lápices.
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Cuestión de leyes
Isishayo
Tuve la idea cuando desmantelaron la escalera de emergencia del edificio para reconstruirla. Mi mujer corrió hacia ella al sonar la alarma contra incendios. El resto quedó en manos de la ley de la gravedad.
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Final alterno
Black dot
Desde una de las torres los ve jugar con ella. Corren por el atrio de blancas piedras para después esconderse entre las piernas de los guardias. El regocijo de sus voces llega hasta él y le hace sentir ese ardor en el pecho. Ella los acaricia, les da besos inocentes y el juego comienza otra vez.
Una idea se le ocurre. Manda traer a la bruja, a quien todavía tiene presa en el calabozo de castillo. A cambio de su receta le concede la libertad.
Durante la cena, tan pronto los siete hombrecitos terminan de comer el pastel de manzana, caen de sus sillas retorciéndose de dolor y mueren. Liberado de sus celos, el príncipe por fin podrá ser feliz para siempre.
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Día 7
Tallerista: Julia Ortega
11-S
Crazzy
Nos debía dinero, mucho dinero, se lo aseguro. Y lo peor es que sabía demasiado. La idea de estrellar el avión contra una de las torres gemelas fue de Crazzy, usted ya le conoce. Es uno esa clase de gente que se mueve como pez en el agua en el exceso. Dudo mucho que haya quedado un solo rastro de nuestro ADN entre el amasijo de escombros.
***
Estrategia digital
Serpico
Todo es parte de su plan hasta que llegue el momento de jubilarse. Cada año simula un percance laboral y se corta medio dedo. Percibe su sueldo durante la incapacidad y se embolsa la indemnización correspondiente. Al reintegrarse, provoca que lo despidan para cobrar la liquidación antes de salir en pos de un nuevo empleo. Ahora que solo le queda uno, ha entrado en crisis. Deberá conservarlo intacto e idear una nueva estrategia para poder rascarse la barriga mientras no trabaje.
***
El sepelio de mi madre
Posdata
Decía mi marido que la alfombrilla era para limpiarse bien los zapatos y evitar que se rayara el fino piso de madera de la planta alta, pero siempre me pareció extraña su manía de ponerlo en el último escalón cuando ella nos visitaba.
***
En órbita
Viceversa
Por su prestigio personal y por el pedigrí de nuestro apellido, convencí a papá sobre la conveniencia de emprender aquel viaje tan exclusivo. El resto de herederos hicieron lo propio. Hoy, diez multimillonarios en un cohete, siguen orbitando el planeta per saecula saeculorum.
***
Metodología
Yonosoykafka
A veces los planes no salen como uno quiere. Nosotros pretendíamos que pareciera un accidente pero el se negó a participar. Al final se quedó en un asesinato en toda regla, porque no nos gusta dejar las cosas a medias.
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Día 8
Tallerista: Dolores “Tequila” Díaz
Pasar página
Proserpina
Cuando te mudas de casa sin nada más que tus enseres personales, no importa lo que dejas atrás: la loza sucia, las camisas sin planchar o tus libros, siempre tan escrupulosamente ordenados por orden alfabético y ahora descuidados. Sólo importa que sobrevivas a tu potencial asesino y que todo parezca un accidente. Por eso, ni limpié la mancha de sangre junto a las escaleras ni aquel líquido resbaladizo con que las rocié. Por el momento, sigo viva; de mudanza a mi nueva vida.
Mañana será otro día.
***
Hermanos unidos
Isishayo
Eran un gran equipo. Siempre solían participar los cuatro en lo que emprendían. En esta ocasión, el menor consiguió la llave de tuercas, el tercero la colocó en la rueda y el segundo aflojó los birlos. Más tarde, el mayor, en total desconcierto y aterrorizado, caía al vacío cuando el auto se despeñaba en la curva.
***
En el callejón
Papalotl
Cuando me encontré con aquel hombre para finiquitar su excelente trabajo, no quiso aceptar el sobre y hasta me devolvió el anticipo que le había dado una semana antes.
–Le estoy agradecido por haberme dado la oportunidad –dijo mientras me daba un abrazo.
Confundido, no supe qué decir. Luego añadió mientras se apartaba:
–Siempre sentí un profundo desprecio hacia ellas, y usted me condujo a la madre de las cucarachas. Aplastarla con las ruedas me produjo un placer indecible.
Dio la media vuelta, y antes de desaparecer en la oscuridad, alcance a escuchar que decía:
–¿Quiere que me encargue también de su hija? Lo haría con gusto.
No se me había ocurrido. En ese momento, la idea de enviudar me pareció digna de tomarse en cuenta.
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Día 9
Tallerista: Lucía Casas Rey
Querido jefe
Pseudónimo
No se lo esperaba. El día de su cumpleaños organizamos una gran fiesta sorpresa en la explanada frente al edificio para celebrar el cumpleaños del director general, quien de inmediato se asomó al balcón del último piso cuando escuchó la música y los vítores. Extendió los brazos en señal de agradecimiento y se apoyó en el barandal. Creo que tampoco esperaba que, desde el día anterior, alguien aflojara los tornillos que lo sujetaban al piso.
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Día 10
Tallerista: Tomás del Rey
Hasta que la muerte nos separe
Posdata
Todos los días lo mismo, uno tras otro: darle un baño, vestirlo, amarrar las cintas de sus zapatos y ayudarlo a bajar, uno a uno, los quince escalones para ir al comedor y desayunar. Después, mientras el día transcurre sin prisa, contemplar cómo sucumben las horas, una a una, hasta llegar al anochecer, hora de rebobinar el camino andado y subir, paso a paso, hasta el dormitorio para repetir la historia al día siguiente. Esta mañana decidí cambiar la rutina. Al llegar al octavo escalón hice un alto en la cuenta, solté sus manos y cerré los ojos. Dondequiera que haya ido a parar, es seguro que tendrá una vida mejor. Yo también aspiro a ella.
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Día 11
Tallerista: Carlos Bortoni
Desierto
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Día 12
Tallerista: José Luis “águila descalza” Sandín
Desierto
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Día 13
Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno
Sicarios S.A. Master Class
Aarón
Y por encima de todo máxima discreción, que parezca un suicidio. Importante: antes de matar a nadie, deberemos informarnos si se trata de una persona bien relacionada o no. De ningún modo os fieis de las apariencias, acordaos de la que se armó con los hebreos y aquel aprendiz de carpintero a quien llamaban Jesús.
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Las gemelas de la calle Greenwich
Pseudónimo
A pesar de su alta figura, ya no eran tan atractivas como al principio. Había otras que las habían desbancado y a últimas fechas empezaban a generar pérdidas a sus administradores. Además, un problema oculto, descubierto meses antes, les provocaría un colapso en poco tiempo. Entonces, alguien pensó en un tal Bin Laden.
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Día 14
Tallerista: Mónica Brasca
El niño que amaba los cuentos
Black Dot
El pequeño Juan sabía que una manzana es el mejor regalo para la maestra, por eso le obsequió una roja y apetecible. Ella la comió de camino a casa. Cuando, al día siguiente, avisaron que había muerto, los alumnos quedaron consternados. Todos menos Juanito, que no había estudiado para el examen.
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Día 15
Tallerista: Patricia Mejías
Venganza olímpica
Pitecantropus
Nadie supo cómo ocurrió aquel hecho fortuito y lamentable al término de la competencia; pero todos estaban de acuerdo en que haber atinado con la flecha, justo al centro del corazón del juez desde esa distancia, merecía la medalla de oro en lugar del bronce que le otorgó.
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Día 16
Tallerista: Josep M. Nuévalos
Cuenta saldada
Pi
Mi hermano mayor tenía la costumbre de simular que se tropezaba con el cable para interrumpir lo que yo veía en la pantalla. Así llegué a perder muchas vidas en los videojuegos. Por fin pude cobrar venganza ayer, cuando lo fui a visitar. No sé si estaba distraído o concentrado, pero ni me hizo caso. Después de que repetí su farsa, apareció una línea horizontal en el monitor y escuché un largo “Biiiiiiiip” cuando ya salía de su cuarto en el hospital.
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Día 17
Tallerista: Carlos Martín Briceño
Aquel yo campeón
Cero
Juro que fue sin querer. "No tienes futuro, tu único chance de ganar algo de plata es aceptar el trato y caer en el sexto", dijeron aquellos hombres que vinieron a buscarme. Miré a Lonzo, mi entrenador, y sólo asintió con la cabeza. ¿Cómo no iba a hacerle caso? Era como mi padre. No niego que mi oponente tenía lo suyo, pero sin quijada, sé que podía ganarle. Sin embargo cuando llegó el round seis, no tuve otro remedio que bajar la guardia, aunque por reflejo, alcé la mano. Ahí fue cuando solito se clavó el tipo y cayó sobre la lona, totalmente out. En vez de festejar, me bajé con rapidez del cuadrilátero y huí. Ahora estoy aqui, lejos de todo, siendo otro, pero de vez en cuando me emborracho y recuerdo que alguna vez fui Campeón Mundial de peso ligero.
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Día 18
Tallerista: Elisa Armas
IQ
Simbad
Tras la discusión y los golpes, no tuve otra alternativa que empujarlo al paso del tren. Era la única forma de demostrarle que yo era más inteligente. Es fecha que aún no entiendo por qué se suicidó.
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La diosa fortuna
Buenas
Siempre que relataban su historia de amor, el magnate se reconocía muy afortunado por haber estado justo ahí para recibirla en sus brazos cuando ella tropezó. Su joven esposa sonreía y callaba, pensando que era una suerte que él no hubiera descubierto su taco prolijamente limado.
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Día 19
Tallerista: Paola Tena
Los motivos del toro
Volkandart
Ese desdichado matador estaba dispuesto a acabar conmigo. Con su capote y las banderillas pretendía doblegarme. Creo que falló. Más tarde, los picadores casi lo consiguen, pero resistí. Después, aquel hombrecillo de ridículo disfraz me obligaba con la muleta a bajar la cabeza, hasta que descubrí la espada cuando se lanzó directamente hacia mí. Yo solo alcé la vista, y los cuernos.
***
Hartazgo en rojo
Murata
No fue el lobo quien engañó con sus argucias a la niña. Fastidiada por tener que atravesar el bosque a diario y soportar el hostigamiento de la fiera para satisfacer la glotonería de su abuela, ella misma le dio santo y seña de la llave debajo de la maceta. Luego de prometerle un festín y antes de perderse en la espesura, se cubrió la cabeza con el capuchón de su capa mientras le advertía que ese encuentro jamás había ocurrido.
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Roswell
Pi
Por motivos de seguridad nacional, los militares se esmeraron en hacerlo parecer un accidente. Sabían que en realidad era un aviso de una civilización extraterrestre.
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Día 20
Tallerista: José “Aben” Espinosa-Jácome
En el malecón
Volkandert
–Lo siento mucho, señorita –dijo el hombre con cierta picardía en su mirada mientras la falda de la mujer volaba por los aires–. Creo que no soy muy hábil todavía con esta caña de pescar.
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Destino
Pseudónimo
Mi amigo Ulises había perdido dos dedos en un accidente, un riñón en otro y el ojo derecho en el tercero. En el cuarto parece que perdió la cabeza: se casó.
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Armando Porras
20 de September de 2021 / 00:30
20 de September de 2021 / 00:30
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