Vale, aquí seguimos
Hola, Mónica
Gracias por el tallereo y la oportunidad de continuar aquí.Espero resolver pronto el problema.
Sigo tus indicaciones, salvo una, la referente a cortar el final del primer párrafo: “…ni cómo escapar”, que pienso que es el puente hacia el desenlace. ¿Qué opinas?
También cambié “libertad” por “liberación” al final, pues me parece más acorde con la situación planteada.
Metamorfosis
Lo que mantiene a Joaquín al lado de Valeria tal vez sea amor, acaso sentido del deber, o quizá simple costumbre. Procura estar al tanto de lo que ella hace y deshace, de omisiones, olvidos y pérdidas. También de las crisis que nacen sin permiso en su mente confundida, atrapada como oruga en un capullo, entre claroscuros y penumbra, sin que atine a comprender por qué está ahí, ni cómo escapar.
–Enfermedad de Alzheimer, sin duda –sentenció el neurólogo que la atiende hace ya tres años.
Mientras tanto, rehén de la rutina y los sueños de tardíos veranos, entre impaciente y temeroso, él espera el día en que la crisálida transmute en busca del camino, para desplegar las alas y emprender el vuelo hacia la mutua y ansiada libertad.
Espero tus comentarios. Muchas gracias nuevamente
Saludos
Gracias por el tallereo y la oportunidad de continuar aquí.Espero resolver pronto el problema.
Sigo tus indicaciones, salvo una, la referente a cortar el final del primer párrafo: “…ni cómo escapar”, que pienso que es el puente hacia el desenlace. ¿Qué opinas?
También cambié “libertad” por “liberación” al final, pues me parece más acorde con la situación planteada.
Metamorfosis
Lo que mantiene a Joaquín al lado de Valeria tal vez sea amor, acaso sentido del deber, o quizá simple costumbre. Procura estar al tanto de lo que ella hace y deshace, de omisiones, olvidos y pérdidas. También de las crisis que nacen sin permiso en su mente confundida, atrapada como oruga en un capullo, entre claroscuros y penumbra, sin que atine a comprender por qué está ahí, ni cómo escapar.
–Enfermedad de Alzheimer, sin duda –sentenció el neurólogo que la atiende hace ya tres años.
Mientras tanto, rehén de la rutina y los sueños de tardíos veranos, entre impaciente y temeroso, él espera el día en que la crisálida transmute en busca del camino, para desplegar las alas y emprender el vuelo hacia la mutua y ansiada libertad.
Espero tus comentarios. Muchas gracias nuevamente
Saludos
Pseudónimo
17 de March de 2020 / 21:56
17 de March de 2020 / 21:56
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