Nunca imaginó que en el otoño de su vida la conocería y viviría lo que en la juventud se le negó. Desde el primer encuentro se enamoró, y tras varios intentos, logró conquistarla. Las visitas se volvieron muy frecuentes y más prolongadas las estancias, hasta que decidió mudarse a su lado. Aunque era bastante mayor que él, eso no fue obstáculo para un idilio que perduró varios años.
En su presencia él recuperaba el vigor juvenil, y aunque la conocía mejor que nadie, exploraba y recorría con pasión cada palmo de su alba piel y sus secretos, entregándole su amor hasta el éxtasis.
Todo marchaba de maravilla aquella tarde cuando, en un momento de arrebato ella lo abrazó. Solo bastaron su pérdida auditiva, de agilidad y algunos segundos para que se fusionaran en uno solo. Hoy yace en algún lugar desconocido, debajo de toneladas de nieve y hielo, producto de la repentina avalancha.
Pseudónimo
04 de March de 2020 / 10:00
Sensible pérdida 04 de March de 2020 / 10:00
Pseudónimo
Taller / edición 06 de March de 2020 / 17:20
Marcial Fernández
Excelente.... 06 de March de 2020 / 22:38
Pseudónimo
La mandamos a la final 12 de March de 2020 / 16:12
Antonio Lobaces
Me parece perfecto... 13 de March de 2020 / 23:26
Pseudónimo
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.