No es la primera vez que leo acerca del posible plagio del microrrelato Siseneg, con el que Daniel Frini ganó el premio La oveja negra en el 2009. En su momento, también a mí me sorprendió la semejanza con un microrrelatose título semejante, que no idéntico, que aparecía en la "Tómbola de minificciones" de la antigua y tristemente desaparecida web de Ficticia, donde se alojó la Marina durante tantos años. Me sorprendió, pero no creo que pueda considerarse plagio. Al ser los textos claramente diferentes (160 pálabras el de Álvaro B. G., 51 el de Daniel Frini) la coincidencia está básicamente en la idea y en el título. Si hablamos de la idea, siendo la técnica que Manu Espada denomina "inversión" en una entrada de su blog (http://manuespada.blogspot.com/2012/10/teoria-del-microrrelato-la-inversion.html) y más tarde en su tratado Las herramientas del microrrelato (Talentura, 2017), sobradamente utilizada por los microrrelatistas, no es de extrañar que a dos personas se les haya ocurrido la misma. En cuanto al título, es evidente que también es fácil coincidir en que a un texto invertido puede corresponderle también un título invertido. Pero hay más, si se hace una búsqueda en Internet con la palabra "Siseneg", el primer hallazgo es un breve relato así titulado del escritor Arthur J. Clarke, nada menos que de 1984, que reproduzco en la traducción que aparece en el blog Antrópicos (http://antropicos.blogspot.com/2013/01/siseneg.html)
Siseneg
Y dijo Dios: BORRAR líneas Uno a Aleph. CARGAR. EJECUTAR.
Y el Universo dejó de existir.
Entonces reflexionó durante unos pocos eones, suspiró y añadió: ELIMINAR.
Nunca había existido.

Arthur J. Clarke

A continuación, dejo los dos textos sujetos a polémica, el primero procede del propio blog de Daniel Frini (http://danielfrini2.blogspot.com/2005/07/siseneg.html), que en una segunda entrada vuelve a recogerlo junto al microrrelato de Clarke; el segundo lo he encontrado en un comentario a la entrada del blog de Manu Espada anteriormente citada, realizado por un querido ficticiano, Rubén Pesquera Roa, así como en el Arca Ficticia (http://arcaficticia.blogspot.com/2011/01/20-30-enero-2002_34.html#more).

Siseneg

Seis días antes, murieron los animales. Cinco días antes, la lluvia mató toda vegetación. Cuatro días antes, la niebla borró cielo y firmamento. Tres días antes, el caos mezcló las aguas y la tierra. Dos días antes desapareció el hombre. En el último día, dije "apáguese la luz". Después, descansé.
Daniel Frini Premio La oveja negra (2009)

«Síseneg»

En el primer día, con un chasquido de sus dedos, Dios borró al hombre y la mujer de la faz de la tierra.
En el segundo, eliminó a todas las especies animales; los océanos y los ríos se vaciaron de peces; el cielo no volvió a ser surcado por ave alguna y ningún insecto, reptil o mamífero se paseó nunca más sobre la superficie de la tierra. Al Ave Fénix la embalsamó para que no se convirtiera en cenizas.
En el tercero Dios extinguió todas las plantas, incluidos los girasoles y el árbol del bien y del mal.
En el cuarto, hizo avanzar los desiertos y cubrió los mares de arena (los de dudas también).
En el quinto día apagó el sol, retiró la luna y, una a una, fue soplando sobre las estrellas y las extinguió.
En el sexto hizo desaparecer tierra y cielo.
Y en el séptimo, viendo Dios que su obra era buena, se suicidó... Fin.

Álvaro B. G., publicado en Ficticia en 2002.

A partir de los datos, puede cada uno sacar sus conclusiones. En mi opinión, en un género en que se busca constantemente la originalidad y la creación de nuevas ideas no es nada difícil encontrar coincidencias y similitudes en los planteamientos, sin necesidad de que un texto resulte necesariamente derivado del otro.

Dos apuntes más:

Por lo que yo sé, Manu Espada no concedió ningún premio al microrrelato de Daniel Frini, La oveja negra fue un concurso argentino y supongo que su jurado también debió de serlo; Manu se limitó a usarlo como ejemplo.

Álvaro Barragán García (http://museo.ficticia.com/indicePorAutor.html) fue un escritor sevillano, muy activo en La Marina durante algunos años, del que se pueden leer un par de cuentos en el Museo de Ficticia y un puñado de minis en el Arca Ficticia. Miriam Chepsy, ficticiana de pro, me dijo que pensaba que había muerto y creo que debe ser cierto, pues no hay más rastro suyo en Internet, pese a haber sido profesor de Derecho Fiscal en la Universidad de Sevilla. Os animo, como homenaje a su buen hacer, a rastrear sus textos y disfrutarlos.

Espero no haber molestado a nadie, solo quiero de la mejor manera que sé, aclarar una situación que me parece un tanto complicada.