Hace horas que está despierto y recién empieza a aclarar, señal de que los días son más cortos. El cielo está plomizo en ese pequeño rectángulo del jardín que alcanza a ver desde su cama. Lloverá, pero hasta allí no llegará el olor a tierra mojada. Su enfermera de la mañana —de la que no podría pronunciar el nombre si lo supiera— hoy entrará arrastrando los pies y solo dirá “buen día”. Tendrá los ojos grises y olerá a claveles marchitos. Al mediodía le traerá una sopa insulsa y tibia. Faltan largos meses para que la rama seca que surca su ventana se vuelva a llenar de brotes. Entonces ella tendrá aliento a frutillas y ropas ligeras, y le quitará las frazadas que no necesita y le pesan. Dejará en su mesa de luz dos o tres jazmines. Él soportará ese olor dulzón que le repugna, solo por saber que ella, a la que en silencio bautizó Alba, ha vuelto a entrar con pasos ágiles, cantando y sonriente, porque del otro lado es primavera.
Telares
15 de November de 2019 / 12:20
Alba 15 de November de 2019 / 12:20
Telares
Taller/ Selección del día 15 29 de November de 2019 / 19:03
Grog
Gracias, Grog. Esperemos! 29 de November de 2019 / 23:52
Telares
 

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