Esta vez nada impediría que ellos pudieran encontrarse. Alquiló un cuarto de hotel en un sitio alejado del ruido de la ciudad. Comprobó que la temperatura fuera la ideal. Extendió las sábanas de seda sobre la cama y pidió un vaso de leche con gotas de coñac para esperar a su amada. Pasaron las siete, diez, once de la noche: pero no llegaba a la cita. El insomnio la mantenía retenida y ausente de sus sueños.
el aguila descalza
05 de August de 2019 / 08:51
Sel. día 20: "El rival", de Malvadisco 05 de August de 2019 / 08:51
el aguila descalza
 

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