Gracias, José Luis.

A ver ahora qué tal.

Saludos

No soy de aquí, ni soy de allí. Soy del mundo de las letras y en el camino dejé una estela, sangre de mi sangre, y nota a nota. Mi pasaporte es un papel mojado, que no tiene valor por sí solo, mi piel tostada por el rey Sol así lo atestigua. Mi techo es el ancho cielo, reflejo de un mar sin peces, ni agua con la que saciar mi sed. Sólo mi caligrafía puede sobrevivir al paso del tiempo, si me lo permite, y si no muero en el intento.