Error de cálculo
Ordenó sin pestañear la expulsión de cualquier extranjero del reino, desoyendo las tímidas protestas de sus consejeros. No le temblaría el pulso. El país necesitaba medidas drásticas, y no sobraba el trabajo para los nacionales. Firmó una orden irrevocable.
Días después, en el barco que le conducía al exilio, lamentó no haber prestado más atención a su tata, cuando siendo pequeño le recitaba como una salmodia la historia peregrina de su dinastía.
Días después, en el barco que le conducía al exilio, lamentó no haber prestado más atención a su tata, cuando siendo pequeño le recitaba como una salmodia la historia peregrina de su dinastía.
Rigor Mortensen
02 de August de 2019 / 03:01
02 de August de 2019 / 03:01
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