Mi padre recordaba su pueblo como si fuera un paraíso de casas blancas con tejas de dos aguas, jardines llenos de fuentes, rosales y pájaros, una gran iglesia barroca, vecinos siempre de fiesta, nogales añosos y un río en donde nadaban los niños. Hace días viajé a Europa para depositar sus cenizas en la cripta de la familia y no encontré las maravillas de las que hablaba. Habían desaparecido junto con su memoria.
Marcial Fernández
16 de July de 2019 / 10:44
LOBACES (No concursa) 16 de July de 2019 / 10:44
Marcial Fernández
Tierna historia 17 de July de 2019 / 10:26
Enigmática
Gracias, Enigmática. 19 de July de 2019 / 16:36
Marcial Fernández
COMENTARIO (No taller) 18 de July de 2019 / 04:40
José M. Nuévalos
De hecho su título era Morriña 19 de July de 2019 / 16:35
Marcial Fernández
 

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