Todas las noches para poder dormir, necesita engañar a su esposa con uno u otro. La puentea a oscuras sobre la cama; merodea descalzo hasta el piso de arriba y se desliza por la pieza donde aguardan todos aquellos vigorosos atletas que pueden saciarlo y a los que no sabe resistirse.
Los mira uno a uno, los roza, los palpa, acaricia sus cuerpos con la mente suspensa en el tiempo...
- Esta noche serás tú, Raymond –susurra, mientras toma entre sus manos “El sueño eterno”.
Lacónicus
14 de July de 2019 / 10:25
Poligamia 14 de July de 2019 / 10:25
Lacónicus
Taller 16 de July de 2019 / 14:19
Mónica Brasca
 

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