Casi una telenovela
Todas las mañanas lo veo en el autobús. Siempre bien arreglado, como si saliera de una televisión. Pienso que un día de estos el entenderá mí mirada; sabrá que debe apearse en la siguiente parada y caminar, primero tras de mí, luego a un lado mío. Entrelazará su mano con la mía. Después de horas de caminar iremos a un hotel y lo dejareé que conquiste la planicie de mi vientre, que se interne en mi carne, que su lengua acaricie la cima de mis pechos. No sé qué ira a pasar después. Con seguridad no podré verlo otra vez por la vergüenza de haberme entregado a él tan solo para saciar mis fantasías. Una cosa es cierta: no habrá comerciales.
Black Dot
02 de July de 2019 / 18:53
02 de July de 2019 / 18:53
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