Lucho Zúñiga nos hace llegar el siguiente veredicto. Enhorabuena a los ganadores y talleristas, y muchísimas gracias a Lucho por su labor como jurado.

Comentarios de Lucho Zúñiga:

Terror de lo cotidiano, paradojas y perplejidad metafísica, entre otras variantes del destino, fue lo que nos dejó esta surtida selección de microcuentos. Además, han descubierto una verdad inesperada: la vida misma es una puerta que se abre y se cierra una sola vez. Aquí todos somos actores. Y en el teatro de la realidad, lo extraordinario busca mostrarse. A la manera de un cocodrilo ansioso por aprovechar la oferta de pescado en un supermercado, o un par de vacas que se cuelan en el living para ver la televisión. ¿Quizás nuestra vida está siendo observada por esas vacas? Mejor no seguir abriendo más puertas por ahora, y leer el periódico, una carta, o el letrero de publicidad más cercano. No vaya a ser que de tanto abrir y cerrar puertas, encontremos el significado de la vida y dejemos de escribir.


Dictamen
PRIMER LUGAR

"El crucero", de Malvadisco (tallerista: Mónica Brasca)

Al tocar tierra firme, la puerta se abre y los pasajeros bajan de la nave. Después de tanto tiempo en alta mar, sus cuerpos no se adaptan a una superficie estable y se comportan como si aún estuvieran arrullados por las olas. Para romper el efecto, dan saltitos y hacen cabriolas. Durante el viaje, se han forjado amistades y enemistades que llegarán a su fin cuando las parejas de enamorados se dispersen para volver a repoblar la tierra devastada por el diluvio.


Me gusta lo visual de la historia: todo lo que sucede cuando la puerta se abre hasta la imagen final de los sobrevivientes dispersándose. La idea de la trama no es original, pero la forma en que está contada sí, como una novela hecha microcuento. Es un evento de gran magnitud contado en pocas líneas y con estilo; se lee con interés por saber el final que complace por su simpleza: es un final efectivo que redondea bien sus líneas anteriores.


SEGUNDO LUGAR

"Viaje interior" de Black dot (tallerista: Laura Elisa Vizcaíno)

Su mirada ansiosa contempla la cuchara con la diminuta roca. La flama del encendedor comienza a derretirla en un líquido ambarino. Dedos temblorosos cuidan que no se desperdicie una sola gota. Coge la jeringa y la substancia es absorbida. El Mosca se entierra la aguja en la vena saltada y en segundos entra a un estado inconsciente, casi elemental, donde el lenguaje se convierte en gruñidos. Afuera del cuarto, sus padres escuchan atentos: se toman de la mano y, en silencio, oran para que la puerta no se abra y el hijo inicie el viaje sin retorno.


Es muy interesante la idea de una puerta que funcione siempre y cuando no se abra (y que su función esté relacionada a comprobar una muerte). Que el narrador muestre lo que pasa a un lado y a otro de la puerta aumenta la tensión de forma notable.


TERCER LUGAR

"Desenlace" de Esleongo (tallerista: Sapo)

Fui hasta la casa del prójimo. Quería saber quién era ese personaje al que siempre hay que ayudar. Cuando llegué me abrió su esposa, eso creo, porque ¡qué hembra! Me acordé de lo que dicen las Tablas de la Ley: “no codiciar a la mujer del prójimo”. Cuando ella me invitó a entrar, ya no me interesó conocer al tipo ese, y para no pecar, di vuelta tan rápido como pude..

Agregarle humor al concepto de prójimo no suena tan sencillo y SAPO lo logra con creces contando una historia que tiene un giro inesperado.



MENCION HONROSA

"La última puerta", de Esleongo (tallerista: Leonardo Dolengiewich)

Husmeando en una casa abandonada, descubrí un sótano entrando por el patio trasero. Dada mi afición por estos misteriosos espacios, aparté escombros amontonados por mucho tiempo y abrí con dificultad la vetusta puerta de madera. Una vez adentro, entre telarañas, bajé tres escalones hasta otra entrada, la cual me llevó a una más y luego a otra. Mi ansiedad iba en aumento a la par con la oscuridad, cada vez que encontraba más puertas, las que seguí abriendo a tientas. Pero la última, es increíble, me llevó de nuevo al patio trasero.
Leonardo Dolengiewich


MENCION HONROSA

"Al volver" de Black Dot (tallerista: Lucía)

Abra la puerta: observe a los personajes moviéndose. Quizás sienta un mareo repentino. Quizás la sangre ardiente se le agolpe en la cabeza. Una pareja hace el amor acostada sobre un edredón. Sienta usted cómo la furia regresa súbita a ese lugar, cómo las luces iluminan los cuerpos que traspiran, descubra ese sentimiento de estar vivo. Note que la puerta ha quedado abierta y usted la franquea. Usted que no es más que un actor. Un personaje que ha venido a formar parte de un triángulo pasional en su propio drama.


MENCION HONROSA

"Cinefilia" de Black dot (tallerista: Carmen Simón)

Mirábamos la película. Un drama de larga duración decepcionante. El director desperdiciaba a la actriz principal, en su afán de crear una historia de amor poco convincente. El interés romántico de la fémina era un estereotipo de actor muchos años menor. El diálogo, vulgar, parecía sacado de una telenovela. Volteé a ver a mi pareja y ella percibió en mis ojos la decisión.
Aproveché un momento en que en el filme se abría una puerta y me colé. Los protagonistas estaban a punto de tener sexo, pero los detuve. Despedí al joven y le pedí a la protagonista que se vistiera. Pude convencerla, también, de que era yo el hombre con quien debía pasar el resto de la película. Íbamos a sellar nuestro amor con un beso, pero los gritos de mi esposa y los silbidos de la concurrencia terminaron por arruinar la escena.


MENCION HONROSA

"La siguiente", de Rigor Mortensen (tallerista: el aguila descalza)

Mi madre siempre decía lo de las puertas que se cierran y se abren, y me lo repetiría ahora que Marta, harta de mi obsesión por la taxidermia, se ha ido dando un portazo. He aprovechado para sacar del armario a Laura, mi primer amor, peinarla un poco y sentarla junto a mamá.