Hoy has tenido el peor día en la oficina y llegar a casa debería ser motivo de alivio; pero cuando tu mujer te recibe en la puerta sabes que no es así. Te sigue por tu dulce hogar, diciéndote que el niño esto, la niña lo otro, pero tú no escuchas nada. La has bloqueado y te escapas al espacio, donde eres una bacteria que flota, sin más preocupación que la gravedad cero. El embarazo imprevisto de tu hija o que el chico se prostituye para conseguir lo más reciente de Apple, no te compete. Fuera. ¡Largo! ¡Desaparece! Tú eres polvo cósmico.
Frío sideral
04 de May de 2019 / 00:10
Mutis 04 de May de 2019 / 00:10
Frío sideral
Taller 10 de May de 2019 / 17:57
Jorge Oropeza
 

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