Vibraciones
Cogí su mano o ella estrujaba la mía, no sé. Quizás ambos nos tomábamos del otro, para no extender el espacio entre nuestros cuerpos. La volteé a ver y sus ojos eran flameantes, sus pezones eran un dulce tornasolado que se derretía en mí piel de mármol. Bese sus labios hechos de manzana y su lengua fresa penetro mi boca como una espada ardiente. Me fundí en su sexo. Una sensación de lava liquida se apoderó de lo más recóndito de mi subconsciente. De pronto ya no hubo más realidad sino un placer que se derramaba alrededor de mi como una miel de placer.
Black Dot
02 de May de 2019 / 11:55
02 de May de 2019 / 11:55
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