Papá Noel y los siete enanitos
Los enanitos han pedido permiso a Blancanieves, que gustosamente ella les concede. Querían ayudar a Papá Noel con los regalos. Además, cumplen con los requisitos de formar un gran equipo, de esos que hacen de la unidad una legión. Incluso, Mudito, que no para de hablar, hasta parece un charlatán de tantos idiomas que se sabía. Tímido anda más suelto que nuca, se lanza el primero a tirar del trineo que va cargadito de juguetes, y Mocoso no vacila en estornudar cada vez que Dormilón tropieza y da trompicones, ya tendrá luego todo el día para dormir, aunque hay luna creciente tienen que estar bien despiertos para no perderse. También hay que alabar a Gruñón, que por una vez no protesta y lleva el compás “Hi,ho,hi,ho” en solfa al son de Papá Noel, que le da el tono a su ¡Jo jo jo…!
Los siete enanitos se compenetran a la perfección. Ya solo falta que Sabio encuentre el camino que lleva a las aldeas de las tierras más lejanas, allí no hay chimeneas, pero la estela del firmamento es una señal llena de deseos, justo la línea que marca la ruta de su brújula de la desigualdad del mundo. Mientras, Feliz reparte alegría con balones de ilusión y esperanza, nadie puede quedar sin la Navidad del cuento que todos conocemos: “Papá Noel y los siete enanitos”
Gata Blues
10 de December de 2016 / 11:51
10 de December de 2016 / 11:51
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