Soledad
Cuando entró sintió que alguien rosaba su espalda confirmando las advertencias: “no compres esa casa, dicen que está embrujada”. Pero, hacía tanto tiempo que nadie la tocaba que decidió quedarse. Más valía en el futuro una mano fría que ninguna.
Miranda Tempo
18 de March de 2019 / 21:09
18 de March de 2019 / 21:09
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