Lo mejor que podíamos hacer, llegados a este punto, era seguir el protocolo, tal y como lo entrenamos juntos en los campos de adiestramiento. Un golpe certero en el cráneo, Sus propios compañeros de brigada lo habíamos encontrado en el sillón, con el objeto prohibido sobre el regazo. Y en su mirada, el brillo del veneno recién inoculado. Él hubiera hecho lo mismo por nosotros. Al seguir los hilillos de sangre cayendo sobre el objeto, no pude evitar leer, aún no había olvidado cómo se hacía: “Unamuno, Del sentimiento trágico de la…” una palabra más y yo estaría también contaminado. Uno de mis compañeros me miró y alzó también el mazo.
Rigor Mortensen
11 de March de 2019 / 11:35
Brigada de limpieza 11 de March de 2019 / 11:35
Rigor Mortensen
taller día 11 20 de March de 2019 / 00:54
carlos bortoni
 

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