Ve de frente decían. ¡Cuidado con las plantas sí!
En cada paso que daba me desesperaba, con los ojos cerrados sin saber la dirección a la cual caminaba. El encierro al que me habían sometido era inexpugnable y tenía un sabor amargo.

Mientras avanzaba sin que nadie me ayudará sentía las piedras filosas debajo de mis pies desnudos, cada cortada era un precio a pagar.

Al quitarme la venda ahí estaba frente a mis ojos un portal abierto de par en par y afuera una cascada a la distancia se escuchaba, al fin iba a ser libre por unos minutos aunque luego me quitaran el alma.
Costeñita
20 de February de 2019 / 02:51
Libertad efímera 20 de February de 2019 / 02:51
Costeñita
 

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