La tercera persona que atraviese la calle sola a partir de las dos de la mañana. Eso es lo que le ha tocado, aunque Javi sospecha que le han hecho trampas. Raúl y Alberto acechan, agazapados tras el contenedor del vidrio; él espera bajo la marquesina del autobús. La niebla ha bajado y hace frío. Han pasado una parejita -no contaba-, un vagabundo con un cartón de Don Simón y una señora que se bajó de un taxi y se dirigió apresurada hacia su portal. De repente la ve llegar. Es Alicia, con su melena negra anudada en rastas y un jersey de rayas de colores, tan distinta a la que se sentaba delante de él en las bancas del instituto, pero con la misma sonrisa radiante que se enciende en cuanto lo reconoce. Quisiera huir, no imaginaba que, en un barrio tan alejado fuera a encontrar a alguien conocido, pero Raúl y Alberto siguen ahí, dispuestos a hacerle la vida imposible si se raja. Mete las manos a fondo en los bolsillos, se acerca a la muchacha y se arrodilla ante ella, avergonzado:
-Si con mi mano, por demás indigna, profano este santo relicario, he aquí...-. La carcajada tintineante de Alicia estalla y silencia las malintencionadas de sus colegas.
-¡Javi! ¡El tiempo que hace que no nos vemos y te has enterado de que me han dado el papel de Julieta! Vivo aquí mismo, con unas compañeras de curro. Vente un rato, anda. Me cuentas cosas y me ayudas a pasar el texto.
Mientras la chica lo arrastra de la mano él solo tiene tiempo de hacer la V de la victoria con los dos dedos de la otra. Prueba conseguida.
Pitu
14 de November de 2018 / 19:38
Rol en vivo 14 de November de 2018 / 19:38
Pitu
Taller 16 de November de 2018 / 13:24
Mónica Brasca
 

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