Funeral
El llanto de los deudos es a veces bajo y en ocasiones se alza sin encontrar resignación. Las caras circunspectas. Las palabras de aliento bien recibidas. El muerto ahora esta en el ataúd. Los ojos cerrados; parece que duerme. Las manos entrelazadas sobre el pecho como si estuviera conforme; listo para iniciar el viaje final. Yo lo veo, no se parece al que fue en vida. Quizá cambiaron su rostro, pienso, y me pregunto si el difunto no irá a tener comezón con ese suéter de lana que le han puesto
Black Dot
15 de October de 2018 / 21:09
15 de October de 2018 / 21:09
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.