Maduración
Cuando se casó, tenía la cara tersa y lisa como la superficie de un espejo de agua. Pero los regaños y los golpes hicieron que su faz se frunciera. En cada arruga, aprisionaba un mal recuerdo que crecía con las lágrimas. Llegado el momento, su esposo abrió cada pliegue comprimido y extrajo una perla del rostro mutilado con cuchillo.
Malvadisco
16 de August de 2018 / 23:54
16 de August de 2018 / 23:54
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.