Luna era blanquita y redondita de cara, y aunque fue bien amamantada, y entrada ya en la pubertad, el pozo de sus sueños era cada vez más oscuro y profundo.
Hubo un aclipse y Sol calentó sus noches y nacieron cinco luceros a la luz del alba. Luna orbitaba alrededor de ellos, durante un ciclo creciente; ocasión única y nana universal "Luna, lunera", rutina cascabelera después de la cena.

 Luego entró en la tercera fase, y pensó: "He cumplido mi misión a tiempo completo". Siguió cavilando, y removida por la conciencia rectificó: "De nada vale anclarse en el pasado, ahora que viajo por el espacio en mi cohete de madera reciclada"

Más allá de su curiosidad por descubrir agujeros negros, y ya superado el miedo a los meteoritos, las estrellas guían su nuevo camino al eterno lugar de siempre jamás.

Y colorín, colorito, a lo lejos se ve brillar un cometa de cola, en el cielo infinito galáctico interestelar.
 
Gata Blues
16 de August de 2018 / 16:24
El universo de Luna 16 de August de 2018 / 16:24
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José M. Nuévalos
 

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