Los estrofos
Los que sabemos de los estrofos no nos impresionamos al verlos. Entre nuestros vecinos hay todavía quienes se sorprenden al hallarlos tirados en la calle, maltrechos y débiles; al borde de la muerte. Son inofensivos siempre y cuando no se les toque sin protección ya que el plumaje de delicado azogue es venenoso. Hay que tener cuidado con las zarpas que son de algo parecido al acero. La mirada de sus cientos de ojos reproduce todos los posibles pasados y futuros de sus víctimas; de modo que el estrofo mata más por la confusión que crea que por su elemental ferocidad. Una de las dificultades para controlar su reproducción es la invisibilidad durante el apareamiento. Si usted llegase a encontrar uno no lo alimente, se encariñan con facilidad.
Blackdot
10 de August de 2018 / 09:07
10 de August de 2018 / 09:07
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