Cotidianindad
El abuelo Nicolás me viene a ver por las noches. Se le había olvidado mi nombre y hasta el de mi papá que es su hijo. Todo se le había escapado de la cabeza como mariposas revoloteando entre las plantas. Ahora recuerda y ya no nos ve como si estuviera tratando con extraños. “Hasta mañana Nico”, me dice con su nueva voz que suena tan lejana. “Te quiero viejito”, le contesto. Entonces lo veo atravesar la pared para marcharse y me pregunto si en las noches de lluvia no se mojara camino al panteón.
Black Dot
08 de August de 2018 / 20:56
08 de August de 2018 / 20:56
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