Dos revoluciones
Años atrás Fairuza podía manejar, ir a la escuela, caminar sola por las calles. Podía vivir. Al triunfo de la revolución y todo cambió. Nuevos límites, condiciones extremas a seguir. A algunas mujeres las hicieron entender a fuerza de golpes a otras, las más rebeldes, las apedrearon hasta matarlas. En un rincón de su casa, apartada de los ojos de su esposo, Fairuza abre un libro mientras el esposo postrado dirige sus plegarias al oriente. En ese país leer es un acto revolucionario para una mujer.
Black Dot
20 de July de 2018 / 10:52
20 de July de 2018 / 10:52
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