La Asonada
		Las vocales débiles –cansadas de que la A abriera todos los pronunciamientos, de que les fabricase complots con diptongos–, se rebelaron.  Crearon sinalefas, diéresis; y acumularon tildes para romper las emisiones de voz.  
Fue entonces cuando llegó la E y les soltó a quemarropa:
—¡Cuidado! ¡La que esté libre de vocablo que arroje el primer punto final!
	
	Fue entonces cuando llegó la E y les soltó a quemarropa:
—¡Cuidado! ¡La que esté libre de vocablo que arroje el primer punto final!
		Polluel@
18 de July de 2018 / 15:40
18 de July de 2018 / 15:40
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