La madre de Antonia es chapada a la antigua. Cuando viene a visitar se horroriza con el estado del departamento. “está muy tirado todo, tu ropa íntima no debe estar a la vista, cuanto traste sucio tienes, por dios”.
Invariablemente esas visitas se convierten en reproches que dan lugar a la limpieza, días en que las dos trabajan juntas hombro con hombro y la actividad produce un lazo entrañable donde una descubre en la mamá a esa mujer fuerte que le dio la vida y la otra ve en la hija a esa mujer que no ve obstáculos que no pueda vencer.
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17 de July de 2018 / 03:31
Generaciones 17 de July de 2018 / 03:31
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Taller 17 de July de 2018 / 16:54
José M. Nuévalos
 

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