Agradezco su dedicación y generosidad. Aquí expongo mi cuento con sus indicaciones. Perdone que siga por este medio, pero me parece práctico para ambos. Gracias.


¡Que la nación me lo demande!

El Señor Presidente –indignado por las acusaciones de crímenes y corrupción– en una remembranza de cuando fue monaguillo endilgó a sus impugnadores: 

—El país está abierto al diálogo, existe libertad de expresión y, ahora sí, como dijo Masiosare: “Bienaventurados los pobres porque desconocen el caviar”.  

Después de que lo sepultaran con una lluvia de hondazos hoy yace en un lugar desconocido. La hija –orgullo de su nepotismo–, ante el temor de que el pueblo saciara su sed de venganza, pagó una fortuna al pelotón comandado por su consorte para que lo enterrasen en un lugar inexpugnable.

Al terminar la misión su amado esposo ejecutó a los soldados, y cuando “engreído” llegaba al palacete,una bala le atravesó la testa.
Ángela Vicario
16 de July de 2018 / 17:23
¡Que la nación me lo demande! 06 de July de 2018 / 20:08
Ángela Vicario
Comentario 11 de July de 2018 / 09:51
Daniela Truman
TALLER: Distinguida Sra. Truman: 16 de July de 2018 / 17:23
Ángela Vicario
 

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