VEREDICTO DE MAYO DE 2018 – FICTICIA

Esther Andradi, a la que agradecemos su dedicación, nos hace llegar el siguiente veredicto:

Gracias por la oportunidad de acceder al trabajo creativo en torno al tema Revoluciones.

Ha sido un placer la lectura de veinticinco Microficciones que abordan la “Revolución” desde sus más diferentes ángulos, en sus referencias:

- Histórica “La cabeza parlante”, "Jenny, la hiladora";

- Ecológica “Revolución verde”;

- Familiar “Revoluciones para desayunar”;

- En la crítica literaria “Manu Militari”;

- En la escritura ”La revolución de las letras”;

- En el cuerpo "Los Cien años de la Eterna juventud";

- Tecnológica "Revolución Cavernícola";

- Los zombies “El chal”;

- Mitos bíblicos ”Viejos contestatarios”, “Los caídos” ;

- Teórica “-Lucha de clases”, “Espejismos” .

Además de un detallado registro sobre el fracaso de las revoluciones políticas:

- Los caudillos “Gran Líder”, "Amaurosis vitalicia", “A la vista”, “El trono”;

- Medidas radicales ”Nobleza obliga”, “Tasa patriótica”;

- El anquilosamiento ”Él, el Supremo”;

- Las guerras ” El precio de la victoria”,"Barbudos rebeldes";

- El exilio “¡Patria libre o morir!”;

- La nomenclatura “Contienda”, “Terminología revolucionaria”.

En una evaluación del 1 al 5, donde el 1 es la mejor nota, la mayoría de las microficciones recibieron un tres, algunas pocas un dos, muy pocas un 4, y tres microficciones un dos plus, es decir, las que más me gustaron, por su concisión, el lenguaje preciso, el humor, la intensidad y agudeza, la tensión narrativa, el cierre y el título.

Los caídos, de Malvadisco.

Estaban hartos del dictador. Los obligaba a practicar ayuno y adorar de rodillas a la humanidad. Pero su caudillo los llevó a oponerse al tirano con tal infortunio que la insurrección fue sofocada. Tras la caída perdieron sus alas, desgracia que les permitió mantener relaciones con hombres y mujeres.


Nobleza obliga, de Aaron.

Cuando triunfa la revolución, el verdugo sabe que ha llegado su hora. Vuelve a casa, cuelga en el armario la capucha y se sienta a esperar frente a la puerta.

—De profesional a profesional —repite, mientras afila bien el hacha que el sustituto empuñará, a más tardar, mañana al romper el alba.

Y será la primera y la última vez que incline su cabeza ante alguien.

El precio de la victoria, de Caim Reyes.


—La revolución ha triunfado, es momento de construir un nuevo mundo.

El hombre con uniforme militar, hizo una pausa sin despegar la vista de su discurso. Los escombros bajo sus pies le molestaban, aun así continuó:

—En las cenizas sembraremos un nuevo porvenir donde nada nos falte y todos seamos iguales.

—¿Seremos iguales usted y yo, general?

El militar bajó la mirada hacia hombre que lo había interrumpido: desde el suelo, sentado, para no dañarse los pies; pantalones negros y saco raído; en las costras en su cabello se anidaban los años.

—¿Cómo que tú y yo?

—Pues no queda nadie más.


Mención para La revolución de las letras, de Gata Blues

Es mi cerebro el que va a mil revoluciones y el que me trae más quebraderos de cabeza.

Esther Andradi, Berlín Julio 2018
Taller Marina
13 de July de 2018 / 16:12
RESULTADO DEL CONCURSO DE MAYO 13 de July de 2018 / 16:12
Taller Marina
 

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