La Asonada
Las vocales débiles cansadas de que la A abriera siempre todos los pronunciamientos, y de que les fabricase complots con diptongos, se rebelaron. Crearon sinalefas, diéresis, y acumularon tildes para romper las emisiones de voz. Entonces fue cuando llegó la E y les soltó a quemarropa:
—¡Cuidado! ¡La que esté libre de vocablo que arroje el primer punto final!
—¡Cuidado! ¡La que esté libre de vocablo que arroje el primer punto final!
Polluel@
01 de July de 2018 / 14:01
01 de July de 2018 / 14:01
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