Ernesto Ortega, a quien agradecemos su trabajo, nos envía el siguiente veredicto:

Ha sido un placer leer vuestros relatos. Os puedo garantizar que me han entrado por un oído, pero no me han salido por el otro y todavía les estoy dando vueltas. La propuesta invitaba a utilizar este sentido por encima de los demás, a cerrar los ojos y a intentar escuchar. Ha habido bastantes balas, muchos mares y también un poco de música, aunque en general he echado de menos algo más de ruido. En varios casos me he encontrado una literalidad excesiva, ya que los textos han entrado directamente por los oídos, quizás no explique demasiado bien la propuesta. Bueno, dentro de todo lo injusto que siempre es un veredicto, aquí va el mío, con redoble de tambores incluido…

El Primer Premio es para:

“Solo estelas en la mar”, de Caleidoscopio mágico, por su capacidad para ponernos en la piel de los demás y hacernos ver a través de los sentidos.

Me ha gustado especialmente este paseo por la playa. Durante todo el texto podemos acompañar al protagonista en su recorrido y “ver” el mar a tráves de los sonidos. También sentimos el agua y el viento y hasta nos llegan algunos aromas. Una forma muy sugerente de mirar con el resto de los sentidos, en lugar de solo con la vista, como estamos acostumbrados. Sin duda, a veces hay que cerrar los ojos para escribir. La sospresa se desvela al final con el detalle del bastón. Si el texto acabase ahí, me hubiese podido sentir algo decepcionado, pero la vuelta de tuerca final, en el que somos nosotros los que le observamos fascinados, hace que que el texto cobre otra dimensión. El título, que evoca el verso de Antonio Machado y su caminante, enlaza muy bien con el relato. Mi enhorabuena.

El Segundo Premio es para “Tinnitus”, de Malvadisco, por su poder de imaginación y su capacidad para jugar con la propuesta.

En este caso la propuesta está tratada de forma completamente literal, pues es un relato de piratas el que se nos cuela en el oído a través de una persona que sufre de acúfenos. Resulta muy atractiva la forma en que el oído y sus diferentes partes están descritos como un espacio geográfico. El final con ese tíntineo de las monedas y esa gran cruz me parece una muy buena resolución para este paciente que, de alguna forma, ha quedado marcado. Por el contrario, me resulta algo brusco el comienzo de “Se le introdujo”. Hubiese preferido iniciar el texto de forma más sutil para que fuese más sugerente, pero pese a eso, me parece una gran historia, llena de imaginación y con detalles muy acertados.

También me gustaría mencionar los siguientes relatos:

"Desvelo”, de esleongo

Una propuesta muy visual que bucea en el mundo de los sueños y juega con el poder de evocación de los sonidos y la literalidad de las frases hechas.

Y “Bala-dí”, de Gata Blues.

Todo un hallazgo de gran belleza poética, en el que con poquísimas palabras se consigue un gran impacto en el lector.

Por último, felicitar a todos los seleccionados y animaros a seguir escribiendo. Mil gracias por compartir vuestros textos conmigo.

ERNESTO ORTEGA