Ya estaban hartos del dictador. Entre otras cosas, los obligaba a ayunar y de rodillas brindarle adoración a su última creación. Pero su caudillo los llevó a oponerse al tirano con tan mal infortunio que la insurrección fue sofocada y, aunque en la caída perdieron sus alas, era más cómodo para mantener relaciones con las humanas que resultaron un buen consuelo después de haber sido expulsados por su Señor del cielo.
Malvadisco
12 de May de 2018 / 04:54
La revolución de los caídos 12 de May de 2018 / 04:54
Malvadisco
taller día 11 15 de May de 2018 / 18:50
carlos bortoni
 

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