Una historia afortunada para tu personaje.

En la parte descriptiva me detuve en: "Esperé a que alguien llegara para saber qué hacer, hasta que un hombrecillo se anunció arrastrando las uñas sobre el vidrio esmerilado de la puerta; lo recibió una mujer regordeta". Aquí me pregunté, ¿dónde estaba el personaje? ¿Dentro del consultorio o fuera: "Me asomé por la mirilla de la puerta"? Si estaba dentro, en la antesala, ¿por qué no fue recibido por la mujer regordeta? ¿Era la mujer regordeta una especie de secretaria? Pensé primero que era la bruja, porque no suelen tener recepcionistas. Son ellas y nadie más.

Una vez que resuelvas estas dudas con tu narrativa (no que me des explicaciones), deberás ver otro punto: dejar de explicar en tus narrativa. Estás narrando, Vale que digas que se ponchó el coche con un clavo o porque pisó un clavo. Pero..., cuando en el cierre, en el momento crucial dices: porque el amor perdido estaba ahí... se pierde el concepto de narrativa y se convierte en explicativo. Podrías decirnos algo como, "No quise saber más. Ella estaba ahí, lista para invadirme con...". Lo mismo te pasa con el arranque: Como nada lograba. Basta que pongas: "Nada lograba con mis estrategias de casanova. Gracias a las sugerencias de mis amigos, acudí a...".

Reescribe tu texto a como mejor te parezca y me lo envías a mi correo taller.aguila@gmail.com

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