Uno de ellos le volteó la cara en busca de esa mirada amable, ´pero solo encontró un charco de sangre coagulada en cada cuenca vacía. Cuando nadie los quiso, ella les brindó alimento y refugio. Ahora estaba tirada en el suelo junto a Rabo y Caramelo que intentaron defender a la abuela con garras y colmillos. En los estantes se hallaban los restos de frascos que contenían la medicina hecha a base de agua, azúcar y colorante, cuya efectividad contra la hipocondría le atrajo piedras y palos a la anciana. Vengativos, armaron, con hueso, pelo, carne y la cabeza humana, un cuerpo que animaron con el alma de un bebé que Kitty había ahogado con su peso. Guiado por el ronroneo, el monstruo llegó hasta el pueblo donde dio rienda suelta a su furia ciega.
Malvadisco
20 de April de 2018 / 04:57
Lazarillos 20 de April de 2018 / 04:57
Malvadisco
Taller 23 de April de 2018 / 11:54
Taller Marina
 

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