LA TORTUGA DE TABLADA

El quelonio, con parsimonia de más, buscó el área donde depositar sus huevos. Debían estar protegidos del tráfico del mercado negro y de las especies depredadoras. Por fin encontró unos arbustos otoñales, al pie de ellos realizó su labor maternal.

Pasado el momento de la gestación, de los cascarones empezaron a irrumpir, y vieron la luz primera los hijitos: una lampara, una cama, mesas, silllas, aparatos domésticos incluyendo juegos para ordenador y tres bicicletas.
José Manuel Ortiz Soto
26 de February de 2018 / 21:54
Selección día 17, La tortuga de Tablada, por Polluelo 26 de February de 2018 / 21:54
José Manuel Ortiz Soto
 

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