Por más bochorno que hiciera no se quitaba la gabardina. Jamás lo encontrábamos sin
esa prenda de vestir –ceñida a la cintura por medio del cinturón que amarraba con
doble nudo– abotonándosela hasta el cuello.

¿No te da calor? Le preguntábamos de manera estúpida, porque en ocasiones lo
veíamos sudar. Él contestaba en ásperos monosílabos, “no”.

Seguimos sin entender hasta el día en que dios lo llamó a su lado y por
fin se quitó la ropa, se paró al borde de la azotea y extendió las alas para
elevarse a los cielos, dejando atrás una polvareda de los mil diablos.
El tigre de Xalapa
26 de February de 2018 / 19:16
Selección del día 12: "Ascensión", de Black Dot. 26 de February de 2018 / 19:16
El tigre de Xalapa
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.