Un viejo vampiro buscaba a su siguiente victima. Deseaba sangre joven, vital para energizarse. Vio a una chica de cuello regio, de piernas fuertes, de cuerpo firme, de senos turgentes. Presintió la sangre corriendo por aquellas venas azules. Escucho el sonido exacto del corazón que latía dentro de aquel pecho. Se acercó a ella, vio los labios rojos y no pudo más que agradecer su suerte. Se disponía a hipnotizarla cuando la vio a los ojos; dos hermosos ojos como soles que alumbraban todo y el anciano vampiro cayó al piso convertido en un montón de ceniza.
Black Dot
15 de February de 2018 / 03:08
Cambios físicos 15 de February de 2018 / 03:08
Black Dot
Taller 15 de February de 2018 / 21:14
Mónica Brasca
 

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