RESULTADO DEL CONCURSO DE DICIEMBRE
Agradecemos a nuestra jurado, Patricia Nasello, que nos haga llegar este generoso veredicto: dos minis ganadoras y siete menciones.
Concurso de la Marina de Ficticia, diciembre 2017.
Tema: “Negó con la cabeza y esa fue toda su respuesta”.
Jurado: Patricia Nasello
Minificción ganadora:
"Cotidiano", por Black Dot
Tallerista: Marcial Fernández
—Dice el doctor que se nos pasó la mano con este —avisó el uniformado.
—¿Dijo algo acera de los otros que protestaban con él? —preguntó el comandante.
Negó con la cabeza.
—Entonces ya saben lo que tienen que hacer: le arrancan las huellas digitales, los dientes y lo tiran en la carretera.
Los que encontraron el cuerpo, acostumbrados a escenas macabras, no se sorprendieron por la saña con la que lo habían victimado.
Cotidiano hace gala de una economía de palabras ejemplar para la historia que narra. Un texto certero y cruel que nos habla, en principio, de la violencia de estado. Texto que va más allá en el último párrafo (el único que no es diálogo) el cual regala una nueva dimensión de lectura. El escritor podría haber concluido su trabajo en el párrafo anterior, sin embargo no lo hace y al no hacerlo resignifica el título: la cotidianidad a la que alude no denuncia “sólo” la violencia estatal, sino la naturalización con la que los ciudadanos conviven con ella. Cotidiano golpea en nuestro intelecto y en nuestros sentimientos. Golpea y alerta. Parece decir: preparémonos, que la total ausencia de conmiseración es nuestro destino.
Segundo premio:
"Primer amor", de Patricia Redondo
Tallerista: Elisa de Armas
Se la entregaron nuevecita. ¡Y era tan hermosa! Sin embargo, casi desde el primer día, notó que las cosas no iban a marchar como él había imaginado. La muchacha era curiosa sobremanera y todo lo cuestionaba. En el fondo de sus ojos siempre había una chispita de disconformidad y su carácter tornaba a veces díscolo, cuando no declaradamente rebelde. A pesar de todo le gustaba. Adoraba el contoneo de sus caderas al caminar, el cascabel de su risa elevándose hacia las copas de los cedros, y hasta el mohín levantisco de su labio cada vez que se enfadaba. Por eso cuando ella, harta de no tener respuesta a sus preguntas, se marchó con la serpiente, a él se le opacó la mirada y su corazón enmudeció.
Cuando Dios fue a visitarlo y le preguntó si quería que inventase otro ser que le hiciera compañía, Adán negó con la cabeza y esa fue toda su respuesta.
En Primer amor cabe destacar su elegante factura, la elipsis de la que se vale la escritora para narrar su historia, lafuerza de impacto de la que goza el final (lograda a través del eficiente uso de la elipsis), el título que complementa de maravillas la minificción y la impecable reescritura del mito bíblico.
Si esta mini no comparte el puesto ganador con Cotidiano es porque quitaría un diminutivo de ella. “Se la entregaron nuevecita” es la primera frase. Eliminaría el siguiente: “…chispita de disconformidad”. Además del doble diminutivo, una chispa es, de por sí, algo ínfimo, mínimo. Este pequeño detalle, que sólo responde a mi gusto personal, no desmerece a Primer amor, exquisito trabajo.
Agregaré siete minificciones (sin orden de mérito) a las que otorgaré una mención de honor. Estas son:
"Interrogatorio", de esleongo. Tallerista: Sapo.
“El anciano”, de Malvadisco. Tallerista: Elisa de Armas.
"Juan" de Meminero. Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno.
“El cortejo”, de Black Dot. Tallerista: Mónica Brasca.
“Tiempo de nostalgia”, de Telares. Tallerista: Carmen Simón.
"Por toda respuesta", de Telares. Tallerista: el águila descalza.
"Eficiencia", de Black Dot. Tallerista: el águila descalza.
Nada se puede reprochar a la narración de estas minificciones, a excepción de que carecen, según mi opinión, de la contundencia de choque de Cotidiano o el encanto seductor de Primer amor.
Concurso de la Marina de Ficticia, diciembre 2017.
Tema: “Negó con la cabeza y esa fue toda su respuesta”.
Jurado: Patricia Nasello
Minificción ganadora:
"Cotidiano", por Black Dot
Tallerista: Marcial Fernández
—Dice el doctor que se nos pasó la mano con este —avisó el uniformado.
—¿Dijo algo acera de los otros que protestaban con él? —preguntó el comandante.
Negó con la cabeza.
—Entonces ya saben lo que tienen que hacer: le arrancan las huellas digitales, los dientes y lo tiran en la carretera.
Los que encontraron el cuerpo, acostumbrados a escenas macabras, no se sorprendieron por la saña con la que lo habían victimado.
Cotidiano hace gala de una economía de palabras ejemplar para la historia que narra. Un texto certero y cruel que nos habla, en principio, de la violencia de estado. Texto que va más allá en el último párrafo (el único que no es diálogo) el cual regala una nueva dimensión de lectura. El escritor podría haber concluido su trabajo en el párrafo anterior, sin embargo no lo hace y al no hacerlo resignifica el título: la cotidianidad a la que alude no denuncia “sólo” la violencia estatal, sino la naturalización con la que los ciudadanos conviven con ella. Cotidiano golpea en nuestro intelecto y en nuestros sentimientos. Golpea y alerta. Parece decir: preparémonos, que la total ausencia de conmiseración es nuestro destino.
Segundo premio:
"Primer amor", de Patricia Redondo
Tallerista: Elisa de Armas
Se la entregaron nuevecita. ¡Y era tan hermosa! Sin embargo, casi desde el primer día, notó que las cosas no iban a marchar como él había imaginado. La muchacha era curiosa sobremanera y todo lo cuestionaba. En el fondo de sus ojos siempre había una chispita de disconformidad y su carácter tornaba a veces díscolo, cuando no declaradamente rebelde. A pesar de todo le gustaba. Adoraba el contoneo de sus caderas al caminar, el cascabel de su risa elevándose hacia las copas de los cedros, y hasta el mohín levantisco de su labio cada vez que se enfadaba. Por eso cuando ella, harta de no tener respuesta a sus preguntas, se marchó con la serpiente, a él se le opacó la mirada y su corazón enmudeció.
Cuando Dios fue a visitarlo y le preguntó si quería que inventase otro ser que le hiciera compañía, Adán negó con la cabeza y esa fue toda su respuesta.
En Primer amor cabe destacar su elegante factura, la elipsis de la que se vale la escritora para narrar su historia, lafuerza de impacto de la que goza el final (lograda a través del eficiente uso de la elipsis), el título que complementa de maravillas la minificción y la impecable reescritura del mito bíblico.
Si esta mini no comparte el puesto ganador con Cotidiano es porque quitaría un diminutivo de ella. “Se la entregaron nuevecita” es la primera frase. Eliminaría el siguiente: “…chispita de disconformidad”. Además del doble diminutivo, una chispa es, de por sí, algo ínfimo, mínimo. Este pequeño detalle, que sólo responde a mi gusto personal, no desmerece a Primer amor, exquisito trabajo.
Agregaré siete minificciones (sin orden de mérito) a las que otorgaré una mención de honor. Estas son:
"Interrogatorio", de esleongo. Tallerista: Sapo.
“El anciano”, de Malvadisco. Tallerista: Elisa de Armas.
"Juan" de Meminero. Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno.
“El cortejo”, de Black Dot. Tallerista: Mónica Brasca.
“Tiempo de nostalgia”, de Telares. Tallerista: Carmen Simón.
"Por toda respuesta", de Telares. Tallerista: el águila descalza.
"Eficiencia", de Black Dot. Tallerista: el águila descalza.
Nada se puede reprochar a la narración de estas minificciones, a excepción de que carecen, según mi opinión, de la contundencia de choque de Cotidiano o el encanto seductor de Primer amor.
Taller Marina
21 de January de 2018 / 13:58
21 de January de 2018 / 13:58
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