"No es que este muerto, es que aún no he renacido".
Pues ni héroe de la revolución ni nada, por razones de prisa, peso y olor, en aquella tumba están los restos de el "Barbitas", un borrachín de cierta fama en las cantinas de Parral que cambiaba malos versos por copas de mezcal. Tuvo la suerte, si es que puede llamarse suerte, de morir congestionado por el alcohol el mismo día que el Centauro fue acribillado y descabezado.
No podían presentarle a su pueblo amante al Gran Hombre en el estado que quedó, entonces recurrieron al primero a la mano.
De lejos, bien maquillado y entre tanto polvo, aquel juglar realmente se parecía al homenajeado.
Trafalgar
20 de January de 2018 / 01:52
El pícaro y Villa 20 de January de 2018 / 01:52
Trafalgar
El autor es cero 20 de January de 2018 / 01:55
cero
 

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