El bosque es hermoso en esta época del año. El viento frio provoca que las hojas se desprendan de las ramas. En los senderos parece que una alfombra de color ocre cubre la tierra y el olor a humedad y pino lo impregna todo. Uno puede escuchar el taca taca taca de los pájaros carpinteros picando en los troncos, puede ver las ardillas y conejos que buscan comida antes de invernar. Es tanta la soledad que el lugar se presta para muchas cosas. Cuando leo que la chica filipina lleva perdida tres días en la floresta, sé que no la han de encontrar.