En el interior de esta taberna escondida entre la noche, la joven lo espera ansiosamente arropada al lado de la chimenea. Pasa su mano sobre el vidrio empañado, y lo ve venir. Él se acerca encorvado y con movimientos torpes. Camina lento sobre la nieve, apoyado en su bastón y envuelto en su capa raída. Su rostro barbado y envejecido se esconde bajo la escarcha cristalina que lo cubre. Ella corre jubilosa a recibirlo.
––Primavera, ahora sigues tú–– exclamó el viejo Invierno, desplomándose a su lado.
esleongo
16 de November de 2017 / 21:02
Cambio de turno 16 de November de 2017 / 21:02
esleongo
Taller 18 de November de 2017 / 19:22
José M. Nuévalos
 

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