—¡No lo entienden! —dice la hija de Tito.—Mi padre scribió ese relato como sátira por los priístas que tenían décadas en el poder y que...
—Yo sí lo entiendo —dice el nieto de Monterroso que, mientras juega con su pelota, alcanza a escuchar a su madre. —La cuna de mi hermanito, que es un dormilón, está cerca de la repisa donde vive mi dinosaurio —agrega, —cada vez que se despierta, mi dino sigue ahí.