Erotoporra
Dificilísima la selección de este mes entre tantas buenas minis. Aquí van mis elegidas.
Día 2. Tallerista: José Luis Velarde
“Inspiración”, de Black dot
Penélope, contempla la piel bronceada por el sol del Egeo; las nalgas duras; los brazos poderosos. Se acerca a la cama. Besa una pantorrilla primero, lame un muslo después. Disfruta el sabor del amante en reposo. Lleva los dedos al monte de Afrodita y se regala húmedas y concéntricas caricias al tiempo que sus ojos admiran al cíclope, que yace quieto, entre las piernas de Ulises.
Día 14. Tallerista: Mónica Brasca
“Hierba medicinal”, de Malvadisco
Kurupí desenrolla el falo de su cintura y se dirige a cazar a la ninfa del bosque. La dríada se ríe de su cuerpo velludo y de sus patas invertidas y se sube a un árbol para evitar ser atrapada. Aunque de pene flexible y largo, el cuerpo forjado en una sola pieza le impide al engendro ascender por el tronco. La punta del miembro solo alcanza a tocar un el sonrosado piececillo que se repliega ante el toque viscoso. Avergonzado, huye y no se sabe de él hasta que, a la mañana siguiente, aparece muerto. Conmovida al verlo colgado de una rama con varias vueltas del pene alrededor de la garganta, la ninfa lo transforma en un bejuco que, hasta el día de hoy, los hombres usan para tratar sus deficiencias eréctiles.
Día 16: Tallerista: Josep M. Nuévalos
"Prueba sorpresa", de Rayuela
Cuentan que en el vigésimo año de tensa espera, Penélope en verdad deseaba elegir nuevo esposo entre la multitud de jóvenes pretendientes que acostumbraban holgazanear en los jardines del palacio. La camaradería entre ellos crecía al ritmo de sus barrigas, mientras disfrutaban de exquisitos banquetes regados por el copioso vino de las tinajas. La bella entre las mujeres solía contemplarlos de lejos, indecisa, hasta que un día se acercó para evaluarlos con más detenimiento. Se supo que ninguno alcanzó con honores las expectativas de Penélope cuando los hizo poner en fila y les ordenó: “¡Alzad vuestras túnicas!”.
Día 2. Tallerista: José Luis Velarde
“Inspiración”, de Black dot
Penélope, contempla la piel bronceada por el sol del Egeo; las nalgas duras; los brazos poderosos. Se acerca a la cama. Besa una pantorrilla primero, lame un muslo después. Disfruta el sabor del amante en reposo. Lleva los dedos al monte de Afrodita y se regala húmedas y concéntricas caricias al tiempo que sus ojos admiran al cíclope, que yace quieto, entre las piernas de Ulises.
Día 14. Tallerista: Mónica Brasca
“Hierba medicinal”, de Malvadisco
Kurupí desenrolla el falo de su cintura y se dirige a cazar a la ninfa del bosque. La dríada se ríe de su cuerpo velludo y de sus patas invertidas y se sube a un árbol para evitar ser atrapada. Aunque de pene flexible y largo, el cuerpo forjado en una sola pieza le impide al engendro ascender por el tronco. La punta del miembro solo alcanza a tocar un el sonrosado piececillo que se repliega ante el toque viscoso. Avergonzado, huye y no se sabe de él hasta que, a la mañana siguiente, aparece muerto. Conmovida al verlo colgado de una rama con varias vueltas del pene alrededor de la garganta, la ninfa lo transforma en un bejuco que, hasta el día de hoy, los hombres usan para tratar sus deficiencias eréctiles.
Día 16: Tallerista: Josep M. Nuévalos
"Prueba sorpresa", de Rayuela
Cuentan que en el vigésimo año de tensa espera, Penélope en verdad deseaba elegir nuevo esposo entre la multitud de jóvenes pretendientes que acostumbraban holgazanear en los jardines del palacio. La camaradería entre ellos crecía al ritmo de sus barrigas, mientras disfrutaban de exquisitos banquetes regados por el copioso vino de las tinajas. La bella entre las mujeres solía contemplarlos de lejos, indecisa, hasta que un día se acercó para evaluarlos con más detenimiento. Se supo que ninguno alcanzó con honores las expectativas de Penélope cuando los hizo poner en fila y les ordenó: “¡Alzad vuestras túnicas!”.
Lady Macbeth
14 de September de 2017 / 14:26
14 de September de 2017 / 14:26
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