Después del placer
		Sentada en el columpio sus pies descalzos, apenas tocan la grama,  rozan el plumaje del ánade y ella se estremece  con el solo contacto. Abre las piernas y, con el cuello, el animal le comienza a acariciar los muslos y avanza hasta llegar al sexo de la doncella que cierra los ojos y se abandona en el placer que estremece su cuerpo y le roba la razón.  Leda vuelve a abrir los ojos,  Se descubre húmeda, jadeante, sorprendida  al volver en sí y ver al ganso, tendido en el pasto,  fumando un cigarrillo.
	
	
		Black Dot
17 de August de 2017 / 18:43
17 de August de 2017 / 18:43
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