Los veía asomarse por la puerta de la celda. Rodeaban la cama a la espera de su muerte con el fin de conseguir un trozo de su cadáver. Parecían buitres vestidos con trajes negros. Uno quería el hígado; otro, el corazón. Dos de ellos se enzarzaron en una pelea por una mano. Los oyó cuchichear y ponerse de acuerdo. Los dedos a la iglesia en Dijon y el resto de la extremidad para una pequeña ermita que, necesitada de fondos, se los aseguraba con la afluencia de peregrinos que irían a visitar las reliquias de la santa.
Carabela
14 de July de 2023 / 16:53
Veneración 14 de July de 2023 / 16:53
Carabela
Taller 16 de July de 2023 / 08:51
Mónica Brasca
 

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