Inolvidable
La luna bañó con macabros tonos el taller de un pintor absurdo. Lánguido, se impuso emanar su última obra antes del alba.
Hizo un pequeño corte en su brazo y recogió la sangre en un recipiente. Usó el rojo brillante lleno de dolor y pasión para pintar un mar embravecido.
Extrajo las profusas lágrimas de sus ojos y las mezcló con la sangre. El líquido transparente diluyó su intensidad, agregando un matiz más pálido y triste al mar.
Con la precisión extrema que solo concede la muerte inminente, logró acceder a su vesícula biliar. Ese verde amarillento de la bilis se convirtió en un cielo oscuro lleno de envidia y soledad.
El sudor del dolor extremo creó nubes tormentosas. La orina se convirtió en tímidas estrellas. Con su líquido cefalorraquídeo delineó un barco fantasmal, su mente vagando en la oscuridad.
En su agonía evacuó sus entrañas y aprovechó ese marrón oscuro para pintar su propia figura en el barco; un hombre roto extendiendo sus brazos hacia el cielo.
Pero faltaba algo. Con sus últimas fuerzas, extrajo su semen y lo mezcló con los demás fluidos para pintar un pequeño gorrión que luchaba por alcanzar las estrellas.
Cuando el sol emergió lo encontró embarrado sobre su obra maestra.
Hizo un pequeño corte en su brazo y recogió la sangre en un recipiente. Usó el rojo brillante lleno de dolor y pasión para pintar un mar embravecido.
Extrajo las profusas lágrimas de sus ojos y las mezcló con la sangre. El líquido transparente diluyó su intensidad, agregando un matiz más pálido y triste al mar.
Con la precisión extrema que solo concede la muerte inminente, logró acceder a su vesícula biliar. Ese verde amarillento de la bilis se convirtió en un cielo oscuro lleno de envidia y soledad.
El sudor del dolor extremo creó nubes tormentosas. La orina se convirtió en tímidas estrellas. Con su líquido cefalorraquídeo delineó un barco fantasmal, su mente vagando en la oscuridad.
En su agonía evacuó sus entrañas y aprovechó ese marrón oscuro para pintar su propia figura en el barco; un hombre roto extendiendo sus brazos hacia el cielo.
Pero faltaba algo. Con sus últimas fuerzas, extrajo su semen y lo mezcló con los demás fluidos para pintar un pequeño gorrión que luchaba por alcanzar las estrellas.
Cuando el sol emergió lo encontró embarrado sobre su obra maestra.
Edakos
05 de July de 2023 / 14:29
05 de July de 2023 / 14:29
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