En mi país el veintinueve de cada mes, religiosamente, nos reunimos en familia o con amigos a comer ñoquis. El ritual, del que algunos incrédulos todavía se burlan, se completa poniendo un billete “llamador” debajo del plato para atraer la abundancia o, al menos, llegar a fin del mes siguiente con holgura.
Hace casi cuarenta años que en casa mantenemos la tradición, con algunas variantes. En esta época en que el peso no alcanza para nada, agregamos dólares, euros o reales. Hace unos meses, el día sagrado nos encontró de viaje. Recorrimos restoranes, rotiserías y supermercados pero no conseguimos un solo ñoqui.
Desde entonces se sucedieron gastos inesperados, deudores rebeldes, acreedores insaciables y clientes reticentes a entrar en nuestro negocio. El contador le echa la culpa de la debacle a la crisis. Nosotros sabemos bien que la causa son las lasañas con que tuvimos que contentarnos aquel veintinueve.
Telares
10 de June de 2023 / 01:09
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Telares
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Telares
 

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