Cuando el fuego se levanta a buena altura, la pitonisa comienza su baile. Sus brazos y manos se alzan sobre la cabeza serpenteando como llamas, sus pechos desnudos se mueven al ritmo del tum tum de los timbales. Los muslos bronceados empiezan a salir de entre las aperturas de la falda rasgada. Sus pies avanzan, retroceden y vuelven a avanzar. Todo su cuerpo, en un movimiento sensual, poseído por el calor de la hoguera. Las otras sacerdotisas caminan alrededor del círculo de hombres que observan sentados a la que danza. Sirven, de las jarras que cargan, más vino hasta que los varones se comienzan a desnudar. Los cuerpos sobre la arena, enfrascados en la copula, se iluminan con las llamaradas. Solo Afrodita escucha cuando en medio del orgasmo general el sonido de los tambores es suplantado por los del éxtasis en todo su esplendor.
Black Dot
14 de August de 2017 / 01:39
Ceremonial 14 de August de 2017 / 01:39
Black Dot
Taller 22 de August de 2017 / 19:07
Laura Elisa Vizcaíno
 

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