Una mañana lluviosa el pequeño niño quería jugar, específicamente; el sube y baja porque le recordaba a la lluvia, aunque solo bajaba, pero no subía, al igual que el café que le servía su abuelo, así que fue al juego mientras tenía su bebida, empezó a subir y bajar inmerso en sus pensamientos y todo era diversión hasta que escuchó el ruido de la taza en el suelo en frente suyo.
Flor Andrea Nájera
20 de September de 2022 / 21:41
Agua que cae 20 de September de 2022 / 21:41
Flor Andrea Nájera
 

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