Habia una vez un niño que se llamaba Tumai que vivia en un pueblo pequeño en mexico, una vez fue con su familia a visitar a su abuelo en la sierra, el abuelo tenia 81 años, tenia el pelo blanco y casi no podia caminar. Tumai era un niño muy inquieto y por su himperactividad su abuelo le enseño un juego que el jugaba cuando era chico. El juego era muy simple, se tenia que tener una soga y pasalar por adelante pero procurando que al saltar no tocar la soga. Tumai jugo por horas y no molesto a su familia.